Un diferencial alcista consiste en una compra y una venta con diferentes precios de ejercicio, pero el mismo vencimiento y contrato subyacente.
Esta estrategia se amortiza en una mercado alcista, también conocido como bull market, por eso en inglés se le llama bull spread.
Los diferenciales alcistas se pueden formar tanto teniendo un diferencial de compra largo como un diferencial de venta corto.
Veamos primero una estrategia de diferencial alcista de compra.
Un operador cree que el mercado subirá de forma moderada antes del vencimiento de las opciones.
Si el mercado subyacente estaba operando a 100, compraría una call 105 por tres dólares y vendería una call 110 por dos. Al vender la call 110, recibe una prima que compensa el coste de la opción 105. El coste total del diferencial es de un dólar. El punto muerto de este diferencial es 106. Este es el coste del diferencial más el precio de ejercicio de 105.
El mejor escenario se presenta si el mercado acaba en 110 o por encima, porque el diferencial de compra 105-110 dejará un beneficio de cinco dólares. Este el máximo pago del diferencial, sin tener en cuenta dónde acaba el subyacente. Si restamos el dólar del diferencial, las ganancias totales de la operación son cuatro dólares.
Digamos que el subyacente ha acabado en 113. La call 105 le reportará al operador ocho dólares, pero tendrá que pagar tres dólares en la call 110. Si el mercado acaba en 130, la call 105 le reportará al operador 25 dólares, pero tendrá que pagar 20 dólares en la call 110.
El peor escenario se presenta si el mercado acaba en 105 o por encima, porque la call 105 y la 110 vencen fuera del dinero y, por tanto, no tienen valor. El operador pierde el coste total del diferencial, un dólar. Si hubiera comprado solo la call 105 por tres dólares, sus pérdidas ascenderían a tres dólares, en vez de uno.
Si el subyacente acaba en 107,5, la call 105 larga costaría 2,5 dólares y la call 110 corta vencería sin valor. El pago del operador de 2,5 menos un dólar de coste del diferencial le reportan unas ganancias de 1,5 dólares.
Si el operador hubiera comprado solo la call 105, su pago hubiera seguido siendo 2,5 dólares, pero es menos que los tres que hubiera pagado solo por la call 105.
Ya comentamos que el diferencial alcista también se puede formar con la venta de un diferencial de venta.
Vender un put es otra forma de ser alcista en el mercado. Recuerda que vender un put te permite cobrar una prima que puedes mantener si los futuros subyacentes acaban por encima o al precio de ejercicio.
Volvamos para vender un diferencial de venta.
En vez de comprar el diferencial de compra 105-110, podemos vender el diferencial de venta 110-105. Esto implicaría vender los puts 110 y comprar los puts 105, por lo que se obtendrían cuatro dólares con el futuro subyacente operando a 100.
El punto muerto del diferencial es 106, ya que es el precio de ejercicio, 110, menos el crédito del diferencial, cuatro dólares. Sí, es el mismo punto muerto que en el diferencial alcista de compra.
Veamos por qué. Si el mercado acaba por encima de 110, los puts vencen sin valor. Por lo tanto, el operador mantiene los cuatro dólares netos recibidos al vender el put.
Si el mercado acaba en 103, el put 110 vale siete dólares y el put 105 vale dos. Por lo tanto, el diferencial de venta tiene un valor de cinco dólares. El operador ha recibido cuatro y ahora debe pagar cinco dólares, lo que se traduce en un dólar de pérdidas.
Si el mercado acaba en 107,5, el put 100 vale 2,5 dólares y el put 105 vence sin valor. El operador debe pagar 2,5 de su crédito de cuatro dólares, lo que deja unas ganancias de 1,5 dólares.
Podemos ver en esta gráfica que los tres escenarios tienen el mismo resultado si compramos un diferencial de compra o vendemos el de venta para crear una posición alcista. Los operadores aún quieren que el mercado acabe por encima del precio del diferencial.
Los diferenciales alcistas son estrategias de opción comunes y útiles.