Un diferencial bajista consiste en una compra y una venta con diferentes precios de ejercicio, pero el mismo vencimiento y contrato subyacente. Esta estrategia se amortiza en una mercado bajista, también conocido como bear market, por eso en inglés se le llama bear spread.
Los diferenciales bajistas se pueden formar tanto teniendo un diferencial de venta largo como un diferencial de compra corto.
Veamos primero una estrategia de diferencial bajista de venta. Un operador cree que el mercado bajará de forma moderada antes del vencimiento de las opciones. Si el mercado subyacente estaba operando a 100, compraría una put 95 por tres dólares y vendería una put 90 por dos.
Al vender la put 90, recibe una prima que compensa el coste de la opción 95. El coste total del diferencial es de un dólar. El punto muerto de este diferencial es 94, que es el precio de ejercicio 95 menos el coste del diferencial.
El mejor escenario se presenta si el mercado acaba en 90 o por debajo, porque el diferencial de compra 95-90 dejará un beneficio de cinco dólares. Este es el máximo pago del diferencial, sin tener en cuenta dónde acaba el subyacente. Si restamos el dólar del diferencial, las ganancias totales de la operación son cuatro dólares.
Digamos que el subyacente ha acabado en 87. La put 95 le reportará al operador ocho dólares, pero tendrá que pagar tres dólares en la put 90. Si el mercado acaba en 70, la put 95 le reportará al operador 25 dólares, pero tendrá que pagar 20 dólares en la put 90.
El peor escenario se presenta si el mercado acaba en 95 o por encima, porque la put 95 y la 90 vencen fuera del dinero y, por tanto, no tienen valor. Entonces, el operador pierde el coste total del diferencial, un dólar. Si hubiera comprado solo la put 95 por tres dólares, sus pérdidas ascenderían a tres dólares, en vez de a uno.
Si el subyacente acaba en 92,5, la put 95 larga costaría 2,5 dólares y la put 90 corta vencería sin valor. El pago del operador de 2,5 menos un dólar de coste del diferencial le reportan unas ganancias de 1,5 dólares.
Si el operador hubiera comprado solo la put 95, su pago hubiera seguido siendo 2,5 dólares, pero es menos que los tres que hubiera pagado solo por la put 95.
Ya comentamos que el diferencial bajista también se puede formar con la venta de un diferencial de compra.
Vender una call es otra forma de ser bajista en el mercado. Recordemos que vender una call te permite cobrar una prima que puedes mantener si los futuros subyacentes acaban por debajo o al precio de ejercicio.
Volvamos para vender un diferencial de compra. En vez de comprar el diferencial de venta 95-90, podemos vender el diferencial de compra 90-95. Esto implicaría vender la call 90 y comprar la call 95, por las que se obtendrían cuatro dólares con el futuro subyacente operando a 100.
El punto muerto del diferencial es 94, ya que es el precio de ejercicio, 90, más el crédito del diferencial, cuatro dólares. Sí, es el mismo punto muerto que en el diferencial bajista de venta.
Veamos por qué. Si el mercado acaba por debajo de 90, las calls vencen sin valor. Por lo tanto, el operador mantiene los cuatro dólares netos recibidos al vender el diferencial de compra.
Si el mercado acaba en 97, la call 90 vale siete dólares y la call 95 vale dos. Por lo tanto, el diferencial de compra tiene un valor de cinco dólares. El operador ha recibido cuatro y ahora debe pagar cinco dólares, lo que se traduce en un dólar de pérdidas.
Si el mercado acaba en 92,5, la call 90 vale 2,5 dólares y la call 95 vence sin valor. El operador debe pagar 2,5 de su crédito de cuatro dólares, lo que deja unas ganancias de 1,5 dólares.
Podemos ver en esta gráfica que los tres escenarios tienen el mismo resultado si vendemos un diferencial de compra o compramos el de venta para crear una posición bajista.
Los operadores aún quieren que el mercado acabe por debajo del precio del diferencial. Los diferenciales bajistas son estrategias de opción comunes y útiles.