La estacionalidad es un concepto importante para aquéllos que buscan operar productos agrícolas. Los patrones normales de oferta y demanda que muestran estos mercados en momentos específicos del año, deberían ser consideraciones clave al dar decisiones para operar en bolsa.
Es importante entender estas distinciones debido a su impacto en la oferta y la demanda así como las diferencias de precios posteriores que se producen a lo largo de un año típico de cultivo.
Los meses de operación estadarizados para futuros de maíz, soya y trigo reflejan los patrones estacionales para la siembra, cosecha y comercialización de la cosecha subyacente. Estos meses de operación también son indicativo de la fuente de la oferta en cualquier momento particular.
Durante los meses de siembra, la primavera para el maíz y la soya y el otoño para el trigo de invierno, la fuente de grano que está disponible para la venta o compra por parte de los usuarios finales, es de los cultivos que fueron cosechados durante la temporada de cosecha previa, es decir la cosecha vieja.
Por otro lado, durante los meses de cosecha, generalmente julio para el trigo de invierno, y noviembre y diciembre para el maíz y la soya, el cultivo recién cosechado llega al mercado y la oferta es mayor, es por eso que se le denomina cosecha nueva.
Cada materia prima de granos tiene un mes de entrega de futuros de cosecha nueva y todos los demás son meses de cosecha vieja.
Usted podría pensar ahora intuitivamente que la operación de futuros de granos más alejada en el tiempo, tendría probablemente un precio mayor que la operación en los meses actuales o meses cercanos de entrega de futuros, debido a factores tales como los costos de transporte, almacenamiento, etc., lo que causaría precios mayores en los meses referidos. Sin embargo, cuando se observa con mayor detenimiento a los mercados de granos durante los meses de cosecha vieja y cosecha nueva, usted entenderá porqué esto no es necesariamente siempre el caso.
Durante los meses de cosecha vieja, cuando la oferta es por lo general más baja, los granos tienden a tener un mayor precio que los meses de operación más lejanos de cosecha nueva.
Cuando se cosecha un cultivo nuevo, existe de nuevo un mayor nivel de oferta. Es por esto que muchos mercados de granos tienden a reflejar sus precios de temporada más bajos durante el mes de operación de cosecha nueva.
Los mercados de trigo tienden a disminuir entre la primavera y la cosecha de julio, luego comienzan a aumentar a partir de estos mínimos hacia el otoño y el invierno.
En el caso de la soya, la cosecha comienza en septiembre y continúa hasta octubre y mediados de noviembre. La soya tiende a seguir un patrón en el que los precios comienzan a disminuir durante el periodo de julio a agosto, continuando durante el "descanso de febrero", antes de llegar a sus mayores niveles de temporada en el verano. La harina y aceite de soya tienen las mismas tendencias de temporada que la soya.
En cuanto al maíz, la tendencia de temporada más pronunciada es que la tendencia de precios llegue a su mayor nivel alrededor de julio debido a la incertidumbre alrededor de la producción de la cosecha nueva, luego la tendencia es de disminución para mediados del verano hasta la temporada de cosecha.
Tenga en cuenta que los patrones estacionales y las tendencias de precios aquí descritos pueden ser afectados por otros fundamentos, tales como el clima y la producción en otros países exportadores o importadores de granos. Sin embargo, es importante para cualquiera que esté planeando una estrategia de operación de futuros de Granos u Oleaginosas, tener un conocimiento general de la estacionalidad de los mercados de granos y el impacto potencial sobre los precios de los granos.