Una opción call es el derecho a comprar un futuro subyacente a un precio determinado.
Cuando los operadores compran un futuro, se benefician cuando el mercado sube. La opción call tiene un potencial de ganancia parecido a un futuro largo. Cuando aumentan los precios, el propietario de la put puede ejercer la opción de compra del futuro al precio de ejercicio original. Ahí es cuando la call tendrá el mismo potencial de ganancia que el futuro subyacente.
Sin embargo, cuando los precios bajan, no se está obligado a comprar el futuro al precio de ejercicio, que es ahora más alto que el precio de los futuros porque eso generaría una pérdida inmediata.
Con esta protección a la baja, ¿por qué cualquier operador compraría un futuro en vez de una call?
El potencial de ganancia de una call no está libre de costes. El vendedor o el emisor de la opción requerirá una compensación por el beneficio económico al propietario de la opción. Este pago es similar a una prima de un seguro y se llama «prima de opción». El comprador de una call paga una prima al vendedor de una call.
Debido al coste adicional de la prima, el potencial de ganancia de una call es menor que el potencial de un futuro por la comentada prima. El precio del futuro debe subir lo suficiente para cubrir la prima original para que la operación sea rentable. El punto muerto de una call es donde las ganancias del futuro que puedes comprar al precio de ejercicio sean iguales a la prima pagada por la call.
Para cada comprador de call hay un vendedor o emisor correspondiente de opción put. Si has vendido una opción call, has recibido la prima a cambio de aceptar el riesgo de que tengas que comprar un futuro a un precio menor que el precio de mercado actual por ese futuro.
Los vendedores de calls tienen riesgo ilimitado si el precio del futuro sigue subiendo.
Los vendedores de calls tendrán ganancias, siempre y cuando el precio del futuro no suba por encima del valor de la prima recibida.
El punto muerto es justo el mismo para el vendedor de calls que para su comprador.
Para recapitular, las calls son el derecho de comprar un contrato de futuros subyacente. Los compradores de la call tienen protección contra movimientos de precio adversos y, por esta protección, deben pagar una prima. Los vendedores de calls recogen primas y aceptan el riesgo de que tengan que entregar un contrato de futuros a precio de ejercicio.